Inicié la asesoría con Marta por recomendación de una amiga común. Llevaba tiempo dándome cuenta de que necesitaba ayuda pero hasta el momento no me había atrevido a tener la valen0a para hacerlo, ni tampoco sabía con quién. Me decidí por Marta porque es una profesional que tiene formación específica en el campo de las emociones. Desde el primer momento, Marta puso las palabras adecuadas (por duras que fuesen) a las situaciones, vivencias y emociones que yo describía. En el fondo son cosas que yo sabía y que sé que tengo, pero que me cuesta reconocer, lo que me lleva a dudar de mí y de mis ideas. Es cierto que tras las sesiones me siento “removida”, pero a la vez salgo con mayor seguridad sobre lo que sé y lo que siento y, estoy cada vez más encaminada hacia lo que quiero en mi vida. Es como “cargar pilas” recobrando cierta calma mental y cada vez durante más tiempo. Creo que este asesoramiento encaja con aquellos que están pasando una etapa convulsa a nivel emocional y quieren encontrar estabilidad y estrategias para enfrentarse a esas situaciones.