Marta ha significado para mí un antes y un después. Cuando tuve que tomar la difícil decisión de despedirme de Lúa, el tiempo de mi vida se detuvo, sentí cosas que jamás había sentido por dentro y que no era capaz de gestionar pues percibía que lo que me quedaba era un pozo de tristeza, dolor, culpabilidad… eso, y todo el inmenso amor que sentía y siento por mi bella galga… Marta, llegó de manera inesperada, como si Lúa aún quisiera contactar conmigo y algo en mí me impulsó a establecer ese contacto a través de ella. No me equivoqué pues Marta está “hecha de otra pasta”, tiene una gran calidad humana y un corazón hermoso y por encima de todo realiza su trabajo con seriedad y compromiso, tacto, y un buen bagaje formativo. Gracias a su contacto con Lúa, pude ver lo acontecido desde una perspectiva diferente, y eso me ayuda a día de hoy a transitar en los momentos de cavilaciones. Sentir a Lúa más cerca ha sido un regalo. Ojalá más dueños y sus acompañantes animales puedan tener la oportunidad de esta Luz en mitad de la gran noche oscura. Gracias de corazón Marta, por ayudarnos a cerrar este capítulo con sentido y abrir la puerta a la infinitud