En los momentos de pérdida (mi caso) uno necesita mucho mucho mucho amor y el trato con Marta fue muy dulce. Me gustó la calidad de su trabajo y los recursos complementarios que aporta, lo que hace que sea un servicio muy completo. Tanto mi gatito Birú como yo, nos sentimos muy acompañados en un momento muy doloroso que gracias a Marta, sé que ha sido algo más fácil. Creo que a todos nos llega ese momento en cual nos gustaría saber qué piensa nuestro compañero animal, si necesita algún cuidado o atención extra por nuestra parte que no estamos siendo capaces de aportarle o si tiene algún mensaje especial para nosotros. Ahora sé que la comunicación animal puede ser “el puente” entre tu compañero animal y tú. Para mí, ha sido un regalazo. Gracias a la comunicación con Birú, he podido traer a mi lenguaje algunos mensajes de mi gatito que ya intuía en cierto modo, y otros tantos que desconocía. Recomiendo esta experiencia al menos una vez en la vida… ¡y una buena caja de klinex! De haberla conocido antes, seguro que Birú y yo hubiéramos contactado en más de una ocasión.